La Fonda tiene un encanto único, como un viaje en el tiempo con muebles antiguos. La comida casera es deliciosa y la amabilidad de la propietaria te hace sentir como en casa.

Diversión en la antigüedad

La ubicación en el centro del pueblo es perfecta para explorar. Nos reímos mucho con los muebles anticuados, parecíamos protagonistas de una película retro. La calefacción es bastante buena en las habitaciones.

Sin embargo, el caos de las escaleras puede ser complicado, y la cama es demasiado pequeña para dos personas. La atención del dueño fue un poco apresurada. no nos dejaron cenar tranquilos en el comedor.

Ambiente acogedor que te transporta en el tiempo.

La limpieza es inexistente, no limpiaron ni una vez en mis cinco noches, lo cual es inaceptable. Además, el baño privado solo tenía toallas, sin ningún tipo de jabón, lo que hizo que la experiencia fuera aún peor. La actitud del personal era grosera, como si no les importara atender a los huéspedes. Definitivamente, no volveré.

Pasamos 3 noches en la pensión fonda vilalta y todo fue genial. La habitación con baño propio estaba muy limpia y las camas eran súper cómodas. La ubicación es perfecta, en el corazón del pueblo y a un paso del tren cremallera. La amabilidad del señor que nos atendió fue excepcional. Sin duda, nos sentimos como en casa.

Lo recomiendo.

El Wi-Fi no funcionó y el restaurante solo abre en horarios limitados.

una experiencia nostálgica con toques auténticos

muebles antiguos, comida casera

falta de lujos

Buena limpieza en la habitación, pero la atención al cliente fue muy deficiente.

Este lugar me encanta, tiene wifi, un salón de ocio y un ambiente agradable. Recuerdo que en mi primera estancia, el personal me ayudó con las maletas. Sin duda, recomiendo disfrutar de la comida casera. ¡Volveré para una escapada!

Experiencia inolvidable a pesar de algunos inconvenientes

La limpieza de las áreas comunes podría mejorar, pero la experiencia fue rescatada por los amables vecinos del pueblo, siempre dispuestos a ayudar. Si llegas antes del check-in, busca opciones para explorar el encantador entorno local. ¡No te olvides de disfrutar de la comida típica del área!

La habitación tenía una cama doble, un armario y un baño privado, ofreciendo una experiencia cómoda. El lugar cuenta con calefacción, lo cual es perfecto para las noches frías.

Sin embargo, el check-in es estricto a las 16:00, lo que puede ser complicado si llegas temprano. Además, no se permite dejar el equipaje antes del check-in ni después del check-out, lo cual se siente incómodo si planeas explorar el área. La calidad del baño es discutible. aunque el privado tenía toallas, sorprendentemente no había jabón. El WiFi no funcionó con la contraseña proporcionada, obligándonos a utilizar datos móviles.

Todo muy limpio.

la ubicación es top, justo en el centro del pueblo. nos morimos de risa con el muebles anticuados, era como estar en una peli retro. la calefacción en la habitación super bien, pero los pasillos un pelín fríos. el ambiente es majo, ideal para familias que buscan reír y pasarla bien. si eres de los que se divierten fácil, este lugar es pa' ti!

las escaleras son un caos y puede ser incómodo tener baños compartidos.

La ubicación en el centro de Ribes de Freser es perfecta para explorar el pueblo. La pensión tiene un encanto especial con su mobiliario antiguo que nos hizo reír, y la atención de la señora que regenta el lugar fue muy cálida, haciéndonos sentir como en casa. La cama tenía un buen colchón, lo cual es un punto a favor para descansar después de una excursión.

Las camas no son cómodas del todo. La habitación que nos tocó era un poco pequeña para tres personas. Además, el acceso a los baños compartidos puede ser incómodo, sobre todo si hay muchas habitaciones ocupadas.

La ubicación es inmejorable, en el centro del pueblo, y las camas son cómodas. Sin embargo, el estado general del lugar es muy descuidado, con baños en una planta diferente. La actitud de la propietaria dejó mucho que desear, lo que arruinó un poco la experiencia.